Cada lote de alambre de acero inoxidable entrante sufre pruebas integrales para su composición química, características físicas y tolerancias dimensionales. Esto garantiza el cumplimiento de estrictos puntos de referencia de calidad y evita fallas durante la producción.

Se realizan pruebas especializadas para medir los niveles de carbono y azufre en las materias primas, ya que las desviaciones de las especificaciones estándar pueden afectar significativamente la durabilidad del producto y la resistencia a la corrosión.

Los cables sin procesar proceden al proceso de dibujo, donde se mantienen mediciones de diámetro preciso. La producción se detiene cuando el cable alcanza el tamaño exacto necesario para tejer, prevenir los desechos y garantizar la uniformidad.

Antes de que comience el tejido a gran escala, los técnicos afinan las máquinas de tejido CNC. El personal de control de calidad inspecciona la planitud y la alineación durante las pruebas, asegurando una operación impecable y adherencia a las especificaciones del cliente.

Después de la producción de prueba, las muestras se extraen y se someten a pruebas de precisión para el tamaño de la apertura y la uniformidad utilizando equipos avanzados. Este paso garantiza la consistencia y el cumplimiento de los estándares de diseño.

Las muestras finales se prueban para determinar la resistencia a la tracción utilizando máquinas de prueba calibradas. Esto asegura que la malla de cable pueda resistir el estrés operativo y cumplir con las expectativas de durabilidad.